En
1959 viajó a Italia, becado por la Universidad de
Chile a estudiar orfebrería en la Escuela Porta Romana
en Florencia.
En
1966, obtuvo la Beca Fullbright, para estudiar fundición
artística, en la Rhode Island School of Design en
los Estados Unidos. En éste periodo aprendió
la técnica de la fundición del aluminio “a
la tierra”, método que adoptó definitivamente
para sus creaciones y perfeccionó posteriormente
en Chile.
Egenau
no volvió a radicarse fuera del país, se dedicó
completamente a su vocación escultórica y
docente en la Facultad de Arte de la Universidad de Chile.
Su trabajo siguió evolucionando, a nuevas etapas
creativas, participó y obtuvo distinciones en importantes
eventos y proyectos escultóricos.
Al
morir el maestro, dejó un invaluable legado de más
de tres décadas de trabajo docente y su muy particular
obra escultórica. La mayor parte de esta se encuentra
en el extranjero, pero es posible apreciar importantes piezas
en colecciones públicas y privadas del país.
Estrategia
Visual
En
la década de los setenta sobresalieron sus trabajos
murales de repujados y ensambles cuya perfección
y originalidad los elevaban a la categoría de arte
objeto.
A
fines de la década de los setenta y principio de
los ochenta, Egenau presentó una serie de esculturas
de aluminio blindadas. Estas son torsos y figuras que sugieren
organismos vivos cubiertos parcialmente con intrincados
cierres metálicos a manera de armaduras medievales
que el autor relacionaba con sistemas defensivos y el mundo
tecnológico moderno.